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Rehabilitación con nuevas tecnologías: Realidad Virtual

Las nuevas tecnologías aplicadas a la rehabilitación son ya una realidad. La OMS determina en el año 2000 que las tecnologías de la información y comunicación han de ser usadas para mejorar nuestra calidad de vida, y en el contexto sanitario en:

– Prevención

– Diagnóstico

– Tratamiento/Rehabilitación

– Gestión

Para que las nuevas tecnologías puedan ser usadas en nuestro ámbito han de tener aspectos como calidad técnica, accesibilidad, facilidad de uso, robustez, etc…

Todo ello se formula entre dos realidades, pero que principalmente nos va a interesar una de ellas: realidad virtual. Se nos plantean diferentes realidades virtuales, la realidad virtual más inmersiva en la que unas gafas VR (virtual reality; realidad virtual) y dos mandos o guantes, o incluso un proyector y una cinta infinita, semi-inmersiva, pueden hacer que nos sintamos en una selva de la era mesozoica llena de dinosaurios o conseguir que un paciente gran quemado pueda disminuir sus niveles de dolor cuando se le realizan movilizaciones porque se le presenta un escenario invernal en el que ha de lanzar bolas de nieve.(1)

El uso de la VR en pacientes es casi infinito, desde simular una marcha en un paciente con un daño medular traumático (2), a reducir o incluso conseguir eliminar dolores generados por un miembro amputado (síndrome del miembro fantasma) a nivel de la corteza sensorio-motora.(3)

Dentro del mundo de la traumatología, se puede llevar a cabo perfectamente un protocolo de trabajo en el que se mejore la fuerza, la movilidad, incluso la propiocepción sin necesidad de hacer consciente una actividad, lo que nos aportará un automatismo de la misma, siendo así más integrativo y por tanto de mejor calidad.(4)

Cabe recordar la importancia a la hora de trabajar con pacientes pediátricos, muchas veces no son conscientes de sus propias patologías por lo que no se puede (ni se debería) trabajar con ellos de manera consciente, y aquí la VR puede ser parte de un protocolo de actuación en su rehabilitación generando mejoras en su propia patología y por su puesto en su adhesión al tratamiento.(5)

Es nuestra responsabilidad como fisioterapeutas fomentar y animar el uso de tecnologías (app de registro, app de protocolo, app de medición, carton glass, Gear VR…) cuando muchas están al alcance de todos, valorar que el coste-beneficio es óptimo y que la intervención, aunque requiera de adiestramiento al personal sanitario, alcance niveles de intregración y calidad que anteriormente no se habían alcanzado a nivel del sistema nervioso central.

El dolor es parte de nosotros

Dentro de las áreas del mundo de la salud es un proceso bastante estudiado y complejo, pero aun así sigue habiendo áreas de desconocimiento absoluto, como por ejemplo que no haya explicación para un proceso de dolor crónico derivado de una artrosis severa, que en pacientes con el mismo desarrollo de la patología no padezcan apenas dolor y otros estén cerca de los límites soportables del mismo, o por ejemplo no conocer el origen de la fibromialgia, patología que en muchas ocasiones es un cajón de sastre en el mundo médico, y que una de sus características principales es la disminución considerable del umbral del dolor.

El dolor es un proceso que dentro del cuerpo está bien organizado; existe un emisor del dolor, existe un canal por el que el dolor transita, y existe una interpretación del mismo, la cual genera una respuesta, por ejemplo si nos pinchamos con un cristal en el pie, lo que sucede es una agresión en el tejido, esa información recorre los nervios y la respuesta que da nuestro sistema nervioso es la de contraer la musculatura que flexiona la cadera para levantar el pie y así alejarnos de la agresión. El dolor esta tan bien organizado en el organismo que como en el caso anterior para situaciones extremas existe un atajo que agiliza la respuesta a ese dolor, y en otras ocasiones son respuestas más elaboradas y por tanto con procesos más lentos.

En estos procesos más lentos aparece el dolor crónico, que normalmente se caracteriza por un dolor menos intenso que un dolor agudo pero mantenido en el tiempo por más de tres meses. El dolor crónico puede deberse a que una lesión no está del todo resuelta o que en nuestro sistema nervioso se almacena una imagen residual del esquema del dolor anterior, es decir, como el recuerdo de un antiguo dolor. Gracias a la fisioterapia, somos capaces de reentrenar el cerebro y esos recuerdos para dejen de producir sensación de dolor.

Uno de los problemas del dolor es que no solo existe el componente de lesión en el tejido, si no el componente psicológico, ese componente es en ocasiones mucho más costoso de dar solución, ya que si el agente que genera un problema “no físico” no desaparece, seguirá manteniéndose ese dolor de manera crónica por ejemplo en los dolores cervicales, en ocasiones adoptamos posturas según nuestro estado mental (alegre cabeza arriba y hombros atrás; triste, hombros caídos y cabeza hacia delante) que se mantienen en el tiempo gracias a una contracción de musculatura que no debería realizar esa tarea, y curiosamente cuando estamos de vacaciones esos problemas se resuelven, ya que no hay presiones psicologías externas.

Dentro del mundo de la fisiología del dolor hay casos raros en los que el dolor actúa de manera inusual, por ejemplo en el caso de una patología que se denomina enfermedad congénita al dolor con anhidrosis,  esta enfermedad no permite a la persona que la sufre sentir dolor, ni sentir ni frio, ni calor extremo, sus terminaciones nerviosas están afectadas desde el nacimiento y es por eso por lo que no son capaces de sentir dolor, ¿sería bueno?, la respuesta es no, el dolor es un método de defensa y aviso que emplea nuestro organismo para alertar a nuestro consciente de que estamos sufriendo una agresión.

 

Otro caso inusual es una patología que se denomina miembro fantasma ,  les sucede a pacientes que han sufrido una amputación, perdiendo así toda o una parte de la extremidad, y con ello la funcionalidad y la capacidad de recibir o emitir respuestas con la misma, pues bien esta enfermedad tiene una gran carga psicológica, pues el miembro amputado no existe y aun así el paciente refiere dolor en el mismo, y desde la fisioterapia se puede realizar un abordaje con diferentes técnicas que ayuden a percibir un correcto esquema corporal y con el tiempo a la desaparición de esa patología.

En definitiva el dolor es un proceso que vive cada día con nosotros, con el que en ocasiones tenemos autenticas batalla que cuestan mucho ser ganadas y lo más importante, ser olvidadas, pues si el dolor de una lesión ha desaparecido y no hay recuerdo del mismo, la lesión estará completa y absolutamente curada.

TENS, qué es y para qué sirve, por Óliver Pérez

¿Sabes qué son los TENS y  los beneficios de la estimulación eléctrica en el mundo de la fisioterapia? En este post os damos toda la información.

Dentro del mundo de la fisioterapia es muy relevante el uso de la terapia manual (masoterapia, TNM, movilizaciones, manipulaciones, neurodinamia…), aunque existe también el mundo de la aparatología (sistemas de emisión de diferentes tipos de energía: luz, calor, movimiento mecánico celular, electricidad…).

En el círculo de la estimulación eléctrica existen tres tipos: TENS, EMS y NMES.

Las corrientes tipo TENS (Transcutaneous electronic nerve stimulation) se emplean para disminuir el dolor, las corrientes tipo EMS (Electrical Muscle  Stimulation) se emplean para el fortalecimiento de grupos musculares y las corrientes tipo NMES (Neuromuscular Electrical Stimulation) recuperación de la transmisión nerviosa.

Cada uno de estos tipos permite escribir una entrada de blog completa, así pues nos centraremos solo en uno, el famoso TENS.

El objetivo principal de este tipo de corriente eléctrica es la analgesia, con ello buscamos la disminución subjetiva del dolor saturando la vía que conduce el estímulo doloroso. En patologías agudas en las que el paciente presenta un umbral del dolor disminuido, casi cualquier estímulo le puede generar sensaciones desagradables y dolorosas, y es precisamente en estos casos cuando es más útil.

En ocasiones, la terapia manual puede generar un aumento del dolor después de haber sido aplicada y en esta situación es ideal el uso de este tipo de corrientes que ayudan a tener una sensación más agradable después del tratamiento.

Las corrientes tipo TENS son tan útiles, que en el mundo de la salud son capaces de disminuir la medicación o incluso evitar la misma. En las unidades de dolor de los hospitales se emplea en personas con cuadros de dolor importantes consiguiendo evitar en muchas ocasiones la toma prematura de medicamentos contra el dolor.

Por último, indicar que este tipo de herramienta es imprescindible que sea usada o indicada por un profesional sanitario que este cualificado y formado para ello explicando al paciente los pros y contras de este tipo de corriente.

OLIVER PÉREZ MARÍA

Fisioterapeuta

Vendaje neuromuscular

Punción seca

Fisioterapia deportiva